A través de la ejecución del programa de la Comisión Nacional de Riego “Transferencia para organizar la Junta de Vigilancia del Río Itata”, lograron la constitución legal de la entidad que reúne a unos 1.700 usuarios.
Luego de 36 meses de trabajo, el Departamento de Recursos Hídricos de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción (FIAUdeC) concluyó la ejecución del programa de la Comisión Nacional de Riego (CNR) “Transferencia para organizar la Junta de Vigilancia del Río Itata”, cuyos principales logros fueron obtener la sentencia judicial que reconoce la existencia de la Junta y su registro ante la Dirección General de Aguas (DGA), y la inscripción de 108 derechos de aprovechamiento de aguas (DAA). Además, permitió capacitar a 142 dirigentes y usuarios para gestionar la Junta de Vigilancia. También se realizó una evaluación de la calidad de aguas (superficial y subterránea) del río Itata y se propuso un plan de acción para su mejor gestión. El académico de FIAUdeC, Dr. José Luis Arumí Ribera, a cargo del programa, destacó el rol de estas organizaciones no solo por la correcta distribución de las aguas, sino porque contribuyen a resolver y prevenir conflictos. En el río Itata, comentó que la menor disponibilidad de agua y la aparición de nuevos usuarios, como la industria y la energía, hizo cada vez más necesario conformar una gobernanza. “Cuando había abundancia de agua y menos problemas, no era necesario generar una junta de vigilancia, por eso es importante destacar que tradicionalmente, en Chile, las juntas de vigilancia llegaban hasta el río Diguillín, y de ahí hacia el Sur no había, por la abundancia de agua; sin embargo, hoy, con las nuevas condiciones, es necesario ir generando sistemas de gobernanza que nos permitan resolver problemas”, manifestó el investigador. En ese sentido, destacó que la nueva Junta “tiene varios aspectos interesantes, por ejemplo, incorpora una industria -el complejo Nueva Aldea, de Arauco-, dos centrales hidroeléctricas de pasada -Itata, de Eléctrica Puntilla, en el río Itata; y El Pinar, de Aaktei, en el río Cholguán- y la sanitaria Essbio; además, en los estatutos establece la posibilidad de incluir en el futuro usuarios de aguas subterráneas. Es una junta de vigilancia moderna que se hace de acuerdo a las necesidades actuales, que reconoce a estos nuevos usuarios, así como el derecho humano al agua y la protección de los ecosistemas de río; hay una mirada nueva que también está presente en la discusión pública”. El Dr. Arumí, quien es director del programa de doctorado en Recursos Hídricos y Energía para la Agricultura, de FIAUdeC, recordó que el Departamento de Recursos Hídricos ha participado por más de 20 años en iniciativas de fortalecimiento de la gestión del agua y de las organizaciones de usuarios en distintas regiones, sin embargo, acotó que “tenemos una vinculación territorial con esta Junta, entonces, hay un compromiso que va más allá de realizar un proyecto para la CNR”, de hecho, confirmó que el acompañamiento se extenderá en el futuro. SEXTA JUNTA DE VIGILANCIA En la ceremonia de cierre del programa, realizada en Coelemu, el coordinador zonal Biobío-Ñuble de la CNR, Jorge Muñoz Peñaloza, destacó que “es una excelente noticia para Ñuble que la cuenca del río Itata y sus afluentes tenga su junta de vigilancia, ya que, en el actual contexto de crisis hídrica, los usuarios de un río tan importante para esta región no podían seguir sin una organización que permita una buena gestión de los recursos hídricos”. “Además la inscripción de más de cien derechos de aprovechamiento de aguas permitirá que los agricultores puedan mejorar sus sistemas de riego postulando a los distintos instrumentos de fomento que tiene el Estado, como es la Ley de Riego”, concluyó Muñoz. Con 1.700 usuarios, la Junta de Vigilancia reúne a las asociaciones de canalistas del Canal Quillón y del Canal Zañartu y la Comunidad de Aguas del Canal Casablanca-Itata, entre otras organizaciones y empresas. Así, la Junta se suma a otras cinco que ya existen en la región de Ñuble, en los ríos: Diguillín, Ñuble, Chillán, Cato y Perquilauquén. Luis Salvo Bahamondes, dirigente de la Comunidad Canal Casablanca-Itata y director de la Junta de Vigilancia del Río Itata, destacó la “capacidad técnica” que tiene el Departamento de Recursos Hídricos de la UdeC y adelantó la voluntad de seguir trabajando en conjunto en los aspectos técnicos que vienen por delante. “En el plan de trabajo que vamos a acordar, está considerado establecer estructuras de medición, estructuras de aforo en cada punto de extracción de aguas y el estudio de la calidad del agua”, adelantó, así como también mencionó la preocupación por las extracciones ilegales. Salvo, ingeniero civil agrícola UdeC y agricultor, añadió que “queda mucho camino por recorrer, porque si bien se logró convocar a un número importante de usuarios, queremos que el mayor número posible se acerque a la organización y sea parte de la toma de acuerdos”; y subrayó el interés “por incorporar a todos los actores que hacen uso del río; hubo un proceso de consulta ciudadana en el que no se dejó a nadie afuera, y hemos conformado el directorio con cinco asociaciones que son las más relevantes del río Itata, la idea es que todos se sumen, que siga creciendo”. Las juntas de vigilancia son organizaciones de usuarios de aguas de orden superior (sobre las asociaciones de canalistas y las comunidades de agua), que se constituyen en torno a ríos y esteros. Tienen competencia hasta la bocatoma de los canales que extraen las aguas del cauce.
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